Maquillaje: Fallos en el ritual 'beauty' que los profesionales perciben.


Fashion Trends Argentina

 

La respuesta es sencilla: probablemente se estén cometiendo errores de maquillaje que se desconocen o que no se tienen asumidos como tales, esos que (casi) únicamente ve el ojo experto.

Pero la resolución no tiene por qué ser desoladora, sino una oportunidad para repasar esos detalles que en muchas ocasiones resultan ser lecciones básicas que jamás habría que perder de vista. "A todas nos ha pasado el excedernos al marcar el ojo o elegir una base que no era la correcta", comenta Teresa Martín Castilla, maquilladora con más de diez años de experiencia. "Son errores de los que se van aprendiendo, pero hay que continuar e innovar, porque el maquillaje es un mundo maravilloso por descubrir, lleno de color y de vida", continúa. Tomae papel y lápiz,  toca recordar la lección.

Fashion Trends Argentina
No elegir la base adecuada


Y no solamente a la hora de elegir el tono se comenten errores (que levante la mano la que nunca haya fallado al elegir y se haya ido a casa con un color más oscuro del correspondiente), sino también en la fórmula. "Puede que se nos cuartee, que nos dé grasa o saque brillos", comenta Teresa. Por eso, buscar una base de maquillaje que sea la perfecta para nuestra piel es absolutamente necesario y no habría que dejarse llevar por recomendaciones que pueden inducir a error: que a tu amiga le funcione bien cierta marca, no implica que sea la mejor para ti. Conocer bien el rostro será el primer paso para descubrir cuál será ese maquillaje que lo hará resplandecer. ¿Un último tip? No abusar de la cantidad, porque "pueden verse brillos y caer en el temido efecto máscara", remata la maquilladora.

Desconocer el correcto posicionamiento del blush

El producto (y el gesto) con el que se puede pasar de un saludable efecto 'buena cara' a una recreación más o menos realista de esa entrañable Heidi. "Si no se aplica bien, el error es garrafal", cuenta Martín. "Deberíamos buscar tonos naturales, como rosados, melocotones y terracotas no muy oscuros", continúa. Además, lo ideal sería evitar la concentración del rubor en el centro de las mejillas para extenderlo (mejor con una brocha biselada) a lo largo del pómulo. 
 
Fashion Trends Argentina
Demasiado corrector, demasiado claro

A pesar de que se trata de la herramienta destinada a disimular esas incómodas imperfecciones y ojeras, hay que ser especialmente cuidadosas con el corrector. Tal y como señala Teresa, "el abusar de este producto puede producir que acentuemos líneas de expresión y las propias ojeras. Este suele ser uno de los pasos donde más se suele fallar, porque es muy común no elegir el tono adecuado y aplicar grandes cantidades". Para recrear esa piel perfecta, lo mejor es decantarse por colores que sean exactamente del mismo tono de la piel (y nunca más claro) y aplicarlo a pequeños toques, sin arrastrar el producto, para que se funda perfectamente en el rostro.
 
Matificar en demasía


Maquillaje: Fallos en el ritual 'beauty' que los profesionales perciben. Los polvos traslúcidos, ya sean sueltos o compactos, son una herramienta útil para algunos, casi mágica para otros. Ya se sabe: con ellos, la base de maquillaje permanece fija más tiempo, los brillos indeseados se mantienen a raya e incluso puede probarse la técnica del baking para disimular (todavía más) los poros. Pero todo poder conlleva una gran responsabilidad y el abuso de los polvos traslúcidos puede arruinar el look. Tal y como la experta señala, este es un error en el que celebrities como Eva Longoria, Nicole Kidman o Christina Aguilera han caído en numerosas ocasiones, puesto que el exceso de capas de producto puede provocar acartonamiento que, combinado con correctores e iluminadores excesivamente claros, da como resultado cortes poco favorecedores en el rostro.


 
Descuidar las cejas

De ellas se dice que son el marco de la mirada, frase repetida hasta la saciedad y ya (casi) un cliché. Pero aún hay personas que no tienen claro el poder que esta zona (a veces descuidada) puede tener a la hora de transformar el maquillaje. "Hay que elegir tonos naturales y, por supuesto, nunca negro. Si no, endureceremos mucho nuestras facciones", explica Teresa Martín. "Un color adecuado sería un marrón que lleve algo de ceniza para matizar cualquier tonalidad rojiza. Y que sea de textura no grasa, para no marcar demasiado", remata.

No usar (y cuidar) las herramientas necesarias y adecuadas

Quizás suene obvio, pero también es un factor olvidado y con una importancia tan capital que jamás sobrará recordarlo: de nada sirve querer recrear ahumados de impresión o pieles de porcelana si el rostro y las brochas empleadas no están sanas y en buen estado. "El no utilizar brochas o pinceles en la aplicación del maquillaje hace que queden zonas sin difuminar o algunas más maquilladas que otras", dice Teresa. "Además, a veces alargamos mucho su uso y si no se limpian a menudo, quedan saturadas de producto y bacterias que luego van a parar a nuestra piel al volver a utilizarlas". Una piel que, precisamente, para la maquilladora habría que limpiar con el mismo mimo. "Hay que cuidarla, hidratarla, exfoliarla, ponerle alguna mascarilla de vez en cuando; una vez al mes, una limpieza en profundidad y, por supuesto, desmaquillarse todas las noches. Es uno de los errores más comunes, más importantes y al que hay que poner remedio cuanto antes para lucir un buen maquillaje y una piel perfecta".
Fuente: http://www.vogue.es

Comentarios

Entradas populares de este blog

Cremas corporales:¿ como aplicarlas y porqué?

Perfumes. Quieres aprender sobre ellos?, no te pierdas esta nota.

Antioxidantes. Alimentos que ayudan a prevenir enfermedades.